Cuando era cartonista editorial del diario Milenio, tuve el dudoso honor de explicarle a su director, Carlos Marín, el significado de la palabra estulticia. Después de los atentados del 11 de septiembre, Helguera y un servidor realizamos nuestra habitual sección de Milenio Semanal, referente a ese tema, y lo titulamos con alguna frase impublicable que ahora no recuerdo. Marín me llamó por teléfono para pedirme que cambiáramos el título de la sección. Como el operativo respuesta del gobierno de George W. Bush ante los atentados del 11S se llamó "Justicia Infinita", a mí se me ocurrió que la sección podía llamarse "Estulticia Infinita". –"Me gusta…, estulticia es así como confusión, ¿no?– me dijo Marín. –"Carlos, ¿no sabes lo que es estulticia?–, le pregunté. Le expliqué que estulticia significaba necedad, tontería. Supongo que la palabra le gustó, porque a partir de entonces, vi cómo, en su pequeña columna, gustaba de utilizarla, ya con el significado correcto. Ahora que varios caricaturistas decidimos comenzar una campaña para invitar a la gente que no está de acuerdo con la estrategia del gobierno federal contra el crimen organizado a que se exprese de la mejor manera posible para decir que ya basta de sangre, algunos analistas –de esos que analizan de manera muy extraña–, como Ricardo Alemán, Ciro Gómez Leyva y el propio Marín, han desvirtuado la naturaleza de dicha campaña, dándole una lectura sesgada. Cuidándose de no descalificar explícitamente la intención de la campaña en sí –supongo que algo de respeto les merece Rius–, alegan que la iniciativa no expresa una condena a las acciones del crimen organizado, lo que, según su lógica, vuelve a la campaña una "apología del delito". Sostienen, sin ninguna prueba, que el origen de la iniciativa está en el rencor. Sugieren que pedir un alto al baño de sangre equivale a promover la impunidad para los delincuentes o la negociación con ellos. Todo ello es falso. Se sorprenden de que no dirijamos nuestra campaña a los propios delincuentes –a quienes, en un arranque de machismo retador, llaman "hijosdeputa"–, únicos culpables, según ellos, de todas las muertes, y parecen eximir a Calderón de toda responsabilidad. A los delincuentes no se les debe combatir con campañas ni con epítetos machistas, se les enfrenta conforme a derecho, se les investiga, aprehende, juzga y condena. De manera eficaz e inteligente, no selectiva y engañosa. Y hay una autoridad que supuestamente nos representa a todos, que es la responsable de ello. Eso es lo que exigimos. Ya basta de sangre es un llamado a la gente a expresarse. A expresar su condena a todos los involucrados en este baño de sangre que suma más de 30 mil muertos en cuatro años. Por desgracia, los delincuentes están haciendo bien su trabajo; por desgracia las autoridades no. Ya basta de sangre es un llamado a la razón y a la sensatez en contra de la barbarie. Alemán, Ciro, Marín y todos ellos lo saben y los saben bien ¿Por qué tergiversan y desvirtúan la campaña? No es por estulticia. Es, básicamente, por deshonestidad. Monero Hernández.¿Qué esperar de esos mencionados si los conocemos cómo se venden y bien, cuando sabemos cómo son las veletas ideológicas-metálicas que critican un poco de repente para apretar y luego seditas, muy contentos a hacer apología del sistema del cártel del gobierno ... qué esperar? No tienen credibilidad. convocatoria basta de sangre contra felipe calderón monero hernández patricio otros más intelectuales twitter monos moneros cartones caricatura politica nacional vergüenza tristeza decadencia humor negro reir para llorar hacer catarsis burla enemigo cartel gobierno mexico sometido pobreza desigualdad social
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jueves, 13 de enero de 2011
ACLARACIÓN SOBRE LA CAMPAÑA "¡YA BASTA DE SANGRE!" EN VISTA DE INTENTOS DE DESVIRTUACIÓN DESHONESTA
El Monero Hernández ha publicado: